La Cueva de Andrés: PROTECCION PATRIMONIAL Y FINANCIERA
- Andrés Cueva Baduy
- 25 mar 2020
- 2 Min. de lectura
Nos encontramos en el avión de regreso, hace 10 min despegamos con destino a casa. Súbitamente escuchamos un estruendoso ruido de golpeteo de metal en el motor derecho del avión, este se repite cuatro veces más, el temor de que algo está mal aparece. Nos viramos a ver sin decir palabra, segundos después comenzamos a sentir un olor a quemado, pensamos lo peor.

Un cúmulo de imágenes pasan por mi cabeza en segundos, trato de repasar que dejo pendiente, en una primera revisión, ningún tema personal queda inconcluso. Repentinamente perdemos altura, tal vez 10 segundos, pienso es todo lo que nos queda, por mi formación refugio mis pensamientos en un rápido cheque legal y financiero:
þ TESTAMENTO
þ SEGUROS DE VIDA
þ HIPOTECA (TIENEN SEGURO POR FALLECIEMIENTO)
þ TARJETAS, (TIENEN SEGURO POR FALLECIEMIENTO)
El avión se estabiliza y suena el altavoz, el piloto da la información que ya todos sabíamos, “señores pasajeros tenemos un problema con motor derecho y tendremos que regresar al aeropuerto”, la sobrecargo les dará información importante.
La sobrecargo toma el micrófono, y explica que hacer en caso de aterrizaje forzoso, lo practicamos 2 veces, la atención de los pasajeros a las indicaciones es total. La tensión va subiendo, el ruido del único motor que nos impulsa a nuestro nuevo destino es ensordecedor. Nuevas preguntas pasan por mi mente. ¿Qué pasaría si nos estrellamos al aterrizar y quedo incapacitado?
SEGURO POR INCAPACIDAD
Iniciamos el descenso no percibo ninguna maniobra anormal, las llantas traseras tocan el pavimento con una suavidad indescriptible, oímos el grito de una señora “thank god”, se oyen aplausos, nos unimos a ellos mientras el avión disminuye la velocidad. Los aplausos son interrumpidos por el sonido del altavoz, el piloto nos indica que nos llevaran a un área retirada del aeropuerto, miro por la ventana y estamos siendo custodiados por varios equipos de emergencia. El equipo de emergencia revisa el avión y todo esta bien, por fin descendemos de él.
Este ha sido el viaje más corto que he realizado en mi vida y también el más revelador, estoy listo para cuando me llamen. ¿Y tú lo estás?
Tú como yo no sabes cuanto te queda de vida, no heredes problemas ni deudas, ordena tus finanzas y protégete. ¿No sabes cómo? En las próximas entregas hablaremos de las opciones que están a la mano.
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